Abre tus labios, y Dios los llenará con palabras dulces para hablar al cansado y amargado de corazón.
Dios te dio vida para que la compartas con otros. Déjate guiar por el Señor, El te dirá qué debes hablar.
Lee las Escrituras, y te reconocerás allí. Dios ha escrito acerca de ti en ellas, con palabras de amor. Ahora, tú tienes la virtud de dar a conocer esas mismas palabras a los que te rodean.
Dios te ha preparado, limpiando tus vestiduras y dándote nuevas fuerzas. Ahora te toca a ti hablar de Su parte, El te acompaña siempre.
El mensaje de Dios está cerca de ti, está en tu boca y en tu corazón, sólo tienes que dejarlo salir.
Palabras de aliento para los obreros del Señor, que han sido llamados a predicar, a evangelizar y a dar a conocer al Señor.
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