Cuando estés en medio de dificultades, pasando pruebas, atravesando por el desierto agobiante de los problemas, recuerda que no estás sola.
Dios está contigo para acompañarte, para fortalecerte y llevarte de la mano. El renueva tu ánimo para que no desmayes, y te da nuevas fuerzas.
Cuando creas que no hay nada más por hacer, recuerda que todo lo puedes en Cristo, que te fortalece. El Señor está dispuesto a renovar no sólo tus fuerzas sino también tu entendimiento para que veas la vida como El la ve y compruebes que su presencia en tu vida hace la diferencia.