Que el Señor te escuche
cuando estés angustiado;
que el Dios mismo de Jacob
te defienda.
Que te envíe auxilio y ayuda
desde el santuario de Sión.
Que se acuerde
de todas tus ofrendas
y acepte con agrado tus holocaustos.
Que cumpla todos tus deseos
y lleve a cabo todos tus planes.
Celebraremos así tu victoria,
y levantaremos banderas
en el nombre del Dios nuestro.
¡Que el Señor cumpla
todas tus peticiones!
Sal 20:1-5