Un día como hoy Cristo murió en la cruz del calvario para remisión de nuestros pecados. Pero así como murió y los discípulos y demás seguidores experimentaron una gran tristeza, ansiedad y temor enorme e inimaginable, Cristo resucitó de los muertos al tercer día y en estos momentos está intercediendo ante Dios Padre por nosotros. Ahora tenemos la garantía y seguridad que nada ni nadie nos separa ni puede separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús. (Romanos 8:39)
Entrevista a Mery Bracho: una Mujer Proactiva
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Unas palabras antes de despedirnos Conocí a Mery en el mundo bloguero ya
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¿Quién dirige tu corazón?
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*La frase “Sigue a tu corazón” es un estandarte de miles de millones de
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Oración por la unidad familiar
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te doy gracias por la familia que me diste, porque por tu gracia ha sido
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Cuidado con la ansiedad
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