Es tiempo de dejar las angustias de lado. Todo lo que has vivido en el pasado, ha quedado atrás. En Cristo eres una nueva persona. Ya no des lugar a la tristeza, aférrate a la promesa que el Señor te da.
Dios te promete: Yo te libraré de las tristezas que son para ti una carga deshonrosa. Sofonías 3:10